Las comunidades locales cuentan con su propia organización, que constituye un capital importante a partir del cual impulsar su desarrollo sostenible.
La adquisición del estatus legal por una Organización Comunitaria de Base (OCB) es un paso fundamental para su fortalecimiento institucional y administrativo.
La obtención de una personería jurídica reconocida en el marco legal del país hace que para la organización se abran oportunidades de manejo autónomo de fondos y, por ende, de adquisición de mayores herramientas para participar en paridad de condiciones en el diálogo social con otros actores.